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VIDA Y COSTUMBRES

La Escanda: cereal Astur, por Maite Costales.

La escanda es un cereal de invierno que se ha cultivado en Asturias desde época de los astures hasta nuestros días, aunque en la actualidad de forma muy reducida. Hasta principios del siglo XX fue uno de los principales cereales panificables de nuestra Comunidad, junto con otros dos cereales de invierno.. el trigo y el centeno, este último mayoritario en la zona occidental. A partir del siglo XVII -XVIII el maíz, traído de América y de cielo primaveral, tuvo una gran aceptación ya que servía tanto para alimentar a las personas como a los animales además de poder alternar su cultivo con los otros cereales. Este último, desde su implantación, hizo desaparecer el cultivo del mijo y del panizo.

La escanda, denominada popularmente pan, se adapta muy bien al clima húmedo y poco soleado de Asturias, produciendo más en los terrenos de mediana altura, entre 400 y 600 m. Es un cereal vestido. llamado así poi-que su cascarilla o gluma no se suelta aún después de mayar en Asturias existen dos variedades de escanda: la fisga (Triticum spelta) y la povia o póvida (Triticum dicoccum), la primera fue más abundante y más apreciada ya que daba mejor pan, siendo la que se conserva en nuestros días.

Su cultivo se documenta por primera vez en las excavaciones arqueológicas de tres castros en niveles prerromanos, en su variedad Triticum dicoccum, concretamente en la Campa Torres (Gijón), el Pico el Castiello de Moriyón/Miravalles (Villaviciosa) y el Castiello de Camoca (Villaviciosa) siglos VIII -VI a. de C. En el siglo X aparece mencionado en documentación del monasterio de San Vicente de Oviedo como iscanla, iscanlula, scandula, scanla. Desde la Edad Media hasta bien avanzado el siglo XIX la escanda y el trigo fueron utilizados para pagar los foros o rentas de las tierras en especie. En el pueblo de Ambás (concejo de Grado) hasta 1920 se continuó pagando el foro en copines de grano de escanda.

Fue el cereal predominante de la zona central asturiana hasta principios del siglo XX, cuando la especialización de la casería en la ganadería (carne y leche), la llegada de la industrialización y el cambio paulatino a una economía de mercado hizo casi desaparecer su cultivo. Ya en 1908 Calixto Alvargonzález menciona como causa del abandono de su cultivo el hecho de dejar de pagar los foros o rentas de las tierras en especies y hacerlo en dinero, lo que permitió la utilización de las tierras de cultivo de cereales para praos.

En el oriente también fue un cereal importante hasta la llegada del maíz, a partir de entonces disminuyó su producción sobre todo en los concejos costeros, desapareciendo su cultivo en la primera mitad del siglo XX. En el occidente, a partir de Tineo, no se cultivó excepto en algunos concejos fundamentalmente para el pago de foros o rentas (Valdés, Boal y Castropol).

Después de la guerra civil hubo un pequeño auge de su cultivo dada la escasez de alimentos, que sólo duró algunos años.

Producción

La siembra de la escanda se realiza en los meses de noviembre, diciembre e incluso a principios de enero. Después de prepara la tierra, la sema tradicionalmente se realizaba a voleo, es decír, echando la semilla con la mano, posteriormente con una gradia o grade se cubría el cereal, desde hace algunas décadas se utiliza también la sembradora. A diferencia de otros cereales no se siembra el grano sino la erga que es el grano recubierto de la cascarilla.

En el mes de agosto, cuando calienta el sol. se recogen las espigas de escanda con les mesories que son dos palos de madera de avellano o de fresno de aproximadamente 55 cm. unidos en uno de sus extremos por una cuerda. Las espigas se van echando en los macones, goxos; mientras los niños y algunas mujeres van detrás apelucando, cogiendo con la mano las espigas que dejan los coedores. A veces las espigas se encaman, caen, entonces hay que apelucar toda la cosecha. lo que supone mucho trabajo. Los macones o goxos llenos de espigas se llevan al hórreo o panera donde permanecen unos días. Esta labor se realizaba habitualmente en andecha, es decir, con la ayuda recíproca de algunos vecinos.

Antiguamente se mayaban las espigas en la era con los manales, dos palos de madera unidos en uno de sus extremos por una correa: con uno de los palos llamado piértigu o mocu se golpeaban las espigas colocadas sobre la era, este generalmente era de madera de acebo y más corto, y el otro denominado manueca o manopla era sujetado por el mayador. Los mayadores se colocaban en dos filas, enfrente unos de otros, cuando una fila golpeaba la otra levantaba el manal. Un día de aire las mujeres aventaban la erga con los vanos o vaños, llevando el aire la paja al ser menos pesada. También se solía realizar en andecha.

En septiembre se lleva la erga al pisón, una pequeña cantidad se reserva en el hórreo o panera para sembrar en invierno. El pisón o molín de rabilar es un ingenio de madera movido a rabil y algunos con fuerza hidráulica; sirve para desergar separar cascarilla, poxa, del grano de escanda. En los años cuarenta y cincuenta del siglo XX empezaron a proliferar los pisones a motor esta máquina incorporaba la mayadora por lo que las espigas se llevaban directamente al pisón que era transportado de pueblo en pueblo en un carro. Posteriormente estos pisones se adaptan a la elecctricidad y están situados en sitio fijo.

Cuando las espigas están verdes o algo húmedas, para que suelten mejor el grano, se chamuscan antes de introducirlas en el pisón a motor o eléctrico. Cuando utilizaban el pisón de rabil esta labor se realizaba antes de mayar las espigas con los manales.

Transformación

El grano de escanda es almacenado en los hórreos o panera dentro de los macones o goxos, y a lo largo de todo el año se llevan periódicamente al molino. En este ingenio se transforma el grano de cereal en harina para elaborar pan y otros productos. Cada casa llevaba varios copines de grano al molín, donde no solo se molía escanda, sino también trigo, maíz. centeno, etc. En Asturias suelen ser hidráulicos, es decir, movidos por la fuerza del agua de los numerosos ríos y arroyos. Pueden tener uno, dos e incluso tres molares, según la cantidad de agua que lleve el río.

La propiedad de los molinos puede ser privada, entonces se llamaban molinos de maquila y se pagaba por la molienda en especie, la maquila que es un palte proporcional de la harina obtenida; o comunitarios, de varios vecinos, entonces se muele por turnos o vecera.

También cumplían una función social al ser un lugar de encuentro, donde los vecinos se informaban de los acontecimientos locales. Igualmente forman palie del folklore asturiano.

La elaboración tradicional del pan de escanda era una tarea de mujeres, cada casería tenía un forno donde cada ocho o diez días, dependiendo del tamaño del horno y del número de miembros de la familia, se llevava cabo una amasadura. Comienzan peñerando la harina sobre la masera abierta, después la mezclan con leche, agua templada, sal y formientu. Se amasa todo, al terminar se deja próxima al calor envuelta en sábanas y mantas, hasta que llelde.

Mientras tanto se arroxa, calienta, el horno con leña delgada y seca hasta que la boca este blanca. sin manchas oscuras; se da forma a los panes y cuando el horno está caliente se limpiaba el interior de ascuas y cenizas con el raidoiru y se introducen, después se cierra con una tapa de madera o metal. Antes de poder sacar los panes tiene que pasar aproximadamente una hora y media durante la cual se deben aballar, mover, varias veces para que no quemen.

El principal producto es el pan, que en la mayoría de los concejos es como popularmente se denomina a este cereal panificable, pero también se hacían tortas, panchón, bollu preñau con chorizo y tocino, pan dulce o coletas que regalaban por Pascua las madrinas a sus ahijados, frixuelos, escaldao que solo se hace por Navidad, etc.

La Escanda en la Actualidad

Al finalizar el siglo XX este cereal astur se encontraba casi extinguido, manteniéndose pequeños cultivos en algunos concejos del centro para el consumo de la casa. Igualmente, su producción se seguía realizando con las técnicas tradicionales anteriormente descritas.

A partir de la organización de varias exposiciones temporales sobre el tema y, fundamentalmente, de llevar a cabo la Fiesta y Certamen de La Escanda, organizada por primera vez en el año 2000 por el Ayuntamiento de Grado, se inicia una nueva etapa en la que nos encontramos en la actualidad.

En la misma destacan las diferentes investigaciones que está llevando a cabo el SERIDA para aumentar la productividad por hectárea cultivada y evitar el encamado, en las que se incluye la firma de un convenio de colaboración. Asimismo, llevar a cabo la mecanización del proceso, es la medida más urgente y demandada por los productores, es decir, la adquisición de una cosechadora que después de la celebración del III Certamen el pasado mes de septiembre será asumida por la Consejería de Medio Rural y Pesca. Dentro de todas esta iniciativas también sobresale la constitución de la Asociación Asturiana de Productores de Escanda (ASAPES) en junio del presente año.

El futuro de este cereal pasa por el aumento de su producción con mayores extensiones de tierra cultivada así como la mecanización de todo el proceso para que esto sea posible, igualmente es necesaria la bajada de los precios que ahora mismo son muy elevados y el control por el organismo competente de la autenticidad de los productos que se venden con esta denominación,

Grado, a 8 de octubre de 2002

Maite Costales García

Museo Etnográfico de Grado

 

La Escanda: Generalidades

Escanda. Especie botánica (Triticum spelta L.), muy cultivada en la zona centro-interior del Principado, como cereal de invierno. Las distintas variedades de escanda se caracterizan por tener las glumas (cascarillas) adherentes al grano, por la extrema fragilidad del eje de la espiga, y por ser menos exigente en clima y en profundidad del suelo que el trigo. Presenta las espigas largas, delgadas, flojas, con espiguillas espaciadas y estrechas, y la paja muy hueca. Según el ingeniero Gadea, «el Triticum spelta es trigo rústico, propio para terrenos pobres en regiones montañosas; de talla alta, resistente al frio, al exceso de humedad, al tizón y a algunas clases de royas, así como al ataque de los pájaros e insectos. Su harina, muy apreciada, da un pan sabroso y que se conserva tierno más tiempo que el del Triticum vulgare. Hay formas mochas y aristadas, vellosas y lampiñas, de invierno y primavera. Sus espigas son laxas, largas, estrechas y de sección cuadrada. La gluma y el hombro, más anchos que en Triticum dicoccum. El diente, corto y obtuso. Las espiguillas tienen generalmente dos o tres granos, y al desarticularse el raquis no presentan, por lo común, el pequeño manguito o muñón de las de Triticum dicoccum y Triticum monococcum. Artejos del raquis, en forma de cuña, más anchos y largos que los del Triticum dicoccum. El grano por lo común rojizo, más claro y menos largo que los del Triticum dicoccum, aguzado hacia la extremidad que lleva el pincel y con el surco superficial». En Asturias se cultivan, actualmente, una decena de variedades de escanda entre las que citaremos como más conocidas: la escanda roja (de grano rojo y excelente calidad panadera), la azulada de Grado (de ciclo intermedio, grano rojo y poco ahijamiento); la escanda negra (de espiga negra vellosa y grano color rojo); la escanda de Somiedo (grano color rojo oscuro, y peor calidad panadera); la escanda blanca o de la abundancia, etc., todas ellas de la especie Triticum spelta. Simultáneamente se llaman escandas en Asturias a la povia de Malvedo, la povia Roja, la «escanda de la abundancia» y otras, encuadradas en la especie Triticum dicoccum. Los concejos en los que cultivan estas variedades de escanda en mayor extensión, son los de Grado, Belmonte, Somiedo, Proaza, Yernes y Tameza y zonas limítrofes, al igual que algunas parroquias de Salas y Tineo, donde conservan este cereal tradicional y de verdadero interés etnológico.
La escanda la encontraron los romanos en las tribus germánicas, siendo ellos quienes, al parecer, la introdujeron en Asturias; algunos autores insisten en atribuir a los celtas la traída de esta semilla, y otros suponen que hayan sido inmigrantes rusos procedentes del Cáucaso quienes implantaron en la región este cultivo. Pero lo que si parece seguro es que las palabras escanda, erga, mesorio y otras referentes a su cultivo, son de origen germano-latino. Se siembra siempre con la gluma, es decir, sin descascarillar, existiendo la creencia de que sembrada sin ella, el grano se pudre y no llega a germinar. No conviene abonarla con estiércol, pues fácilmente se encama. La siembra suele efectuarse entre finales de octubre y mediados de diciembre. La cantidad de semilla por Ha. suele ser, para la siembra en lineas, de 150 kg. y, para la siembra a voleo, de 250 kg. Cuando el sembrado es invadido por malas hierbas, es práctica recomendada el pasar la grada de púas arrastrada por caballeria, al final del invierno; más tarde la labor de sallo o arriendo completa los cuidados del cereal. Se cosecha en julio y agosto y los rendimientos medios para Asturias son de 2.500 a 2.800 kg. de erga y 2.000 de paja. El rendimiento de grano limpio, una vez descascarillado, es del 40 %. El peso del hectólitro de escanda viene a ser, por término medio, de 40 kg. Muchos pueblos y aldeas de Asturias siembran actualmente la erga con absoluto desprecio del trigo, que es desconocido; tal ocurre en Coalla, Bayo y en varios de Teverga y de Somiedo, y en otros, como Genestaza (Tineo) están abandonando el trigo y volviendo a la escanda, que consideran de cosecha más segura. En La Mata, Puentecastro, y muchos más, era cultivo ordinario no hace más de diez años, pero no lo es hoy, por la excesiva mano de obra que exige. La recolección es muy diferente a la del trigo; en tanto que éste es segado a hoz, la escanda es recolectada sirviéndose de los mesorios o mesories (del latin, messor-oris, segador), que es un sencillo artefacto de dos palos de unos 55 cm. de largo, aguzados por un extremo y unidos por el otro por una cuerda o correa que hace a modo de charnela. Cogidas las espigas entre los palos del mesorio, el segador va arrancándolas y echándolas en el cesto, goxo o macón, o en el propio mandil, vuelto en forma de saco. Como quiera que algunas espigas caen al suelo, o no se arrancan, son los niños o una mujer que camina en segundo término, los encargados de recoger aquéllas, apelucando, es decir, recogiéndolas una a una. También hay que apelucar cuando por las inclemencias del tiempo u otra razón, la escanda se encama, y se llena de especies invasoras. En cualquier caso, la paja queda siempre sobre el terreno, a diferencia del trigo, siendo posteriormente recogida para mullir establos o administrar con los piensos al ganado. La molienda de la escanda no puede hacerse directamente tras la trilla, como se practica con el trigo o la avena: es preciso descascarillarla previamente, para lo cual se usa el pisón que es un molino con piedras especialmente preparadas para pelar la erga. Pero antes han de llevarse las espigas recolectadas a la panera, donde se dejan acorrar durante nueve o más días, transcurridos los cuales están listas para la trilla o majado, que hoy suele hacerse a máquina, pero antes era siempre a mano, con mayales de acebo. Muchas veces, sobre todo cuando faltaba el sol, se prendía fuego a las glumas y poxa que en la era iban apareciendo sobre la misma erga, con lo cual termina ésta de pelar o soltar mejor sus glumas. Entonces entra en acción el pisón o molino descascarillador, del que salen la cáscara de la erga, el grano limpio, y los ergatos; estos últimos son los granos de erga que no han soltado bien sus púas o glumas y que, separados en un montón por el aventamiento, han de volverse a pasar por el pisón para obtener, finalmente, grano limpio. De esta suerte, se obtienen de las espigas de escanda tres productos: la poxa, la erga y, al fin, el grano limpio o desnudo.
Es muy conocido y repetido el proverbio:

Para leña, la de faya,
y para pan, el de escanda.

Existen aún varios pisones perfectamente montados y en funcionamiento, como el de Coalla, al que acuden gentes de las parroquias vecinas. Y es curioso que en el occidente sean el trigo y el centeno, y no la erga, los cereales sembrados por los habitantes de la montaña.
La superficie destinada a la escanda en la provincia es el 10% de las 4.000 Ha. destinadas al cultivo del trigo. En el concejo de Salas se cultivan con el nombre de escandin dos variedades de Triticum vulgare que no son escanda, sino trigo. Bibl.: Calixto Alvargonzález, La escanda. Su origen y cultivo, Gijón 1908, Manuel Gadea, Trigos españoles, Madrid 1954. (F. L.) Julio Somoza, en su obra Gijón en la historia general de Asturias, dice: «Señalaremos como el más preeminente el cultivo de la escanda, que debió ser el primordial obgeto de la agricultura asturiana. Fué mencionada con encomio por el monge de Albelda, en el siglo x, como una de las cosas más celebradas en España. Don Benito Pérez de Valdés (a) el Botánico, natural de Candás (1759-1842), da de ella la siguiente definición: “es un trigo de montaña, Triticum spelta, de Lnn. Se hace de él nuestro hermoso pan de fisca, más blanco, durador y feculento que el de los otros trigos” (por nota en su folleto Cánt. de la revolc. astur). Esta graminea (cuyo nombre deriva Jovellanos del latin escanna) parece compendiar en la especialidad de su grano, en la preparación de la tierra para su cultivo, en la intermitencia ó continuidad de su cosecha, en los aperos propios de su sementera y recolección (llaviegu, sechória, grada, mesóries, macón, mayu, molín de rabilar, molin maneru, cribu, bañu, peñera, etcétera); en sus denominaciones y partes (escanda, y su variedad, povia, erga, fisga, ponxa, paya, arestes, panoya, etc.); en las operaciones que requiere (llabrar, triar, binar, semar, coyer, apelucar; mayar, o garrotiar, rabilar, cribar, bañar, peñerar); en sus medidas, cabidas y pesos, ya molineras, renteras, tributarias ó feriales (fanega, celemin, copin, galipo, maquila, cuyar, y las antiguas, cuartera, módio, etc. y en su predilección, tradiciones, costumbres, ceremonias, dichos, sentencias, etc. (andechas, hallazgos de horru y panera, premios de rosques y torrendos, derechos de diezmos, ánimas y oblata, pago de renta, etc. etc.), algo caracteristico del país que da motivo á presumir que su cultivo, fué el primero que introdujeron los romanos en Astúrias, debiendo seguir á éste el del mijo y panizo, y, cuando ya cundió el cultivo, el de las habas. La cebada en verde, como forrage (alcacer) es de época muy posterior.»
Alude Feijoo en las Cartas eruditas y curiosas..., t. y (Madrid 1776), pág. 224-225 (carta VIII, 44): «Muy luego que vine á habitar este País de Asturias, noté, que padecían generalmente sus Colonos un pernicioso error en el gobierno económico. El grano principal, de que se hace el pan de esta tierra, se llama Escanda: especie de trigo diverso en varios accidentes del que es común en el resto de España, y otras Naciones. Este grano ha menester limpiarse sacudiéndole al ayre cada cinco, ó seis semanas, de cierto polvillo, de que sucesivamente se va cubriendo, sin cuya diligencia es desabrido al gusto, y mal sano. Pero han observado hasta ahora los naturales del País no hacer esta operación, sino en los menguantes de luna, imaginando, que en los crecientes se dañaria en algún modo el grano. Este error ha ocasionado la pérdida de millones de hanegas, porque sucede varias veces hacer en el creciente días oportunos, que son los serenos, y enjutos, para esta diligencia, y faltar en menguante.»
«Combatió Feijoo este error, y algunos, según dice, se lo agradecieron, pero la mayoria siguió con la preocupación. Inútil es decir que actualmente los campesinos de toda España siguen teniendo como artículo de fe la influencia del menguante y del creciente en las labores agrícolas.» (Julio Caro Baroja.)

 

La Ruta de la escanda

• Se inicia el recorrido en Grado (villa), siendo el final en Grado (villa) • Itinerario: Grado — Cabruñana — El Fresno — Moutas — Los Lodos — Las Cruces — Vigaña — Restiello — Villandás — San Pedro — Villanueva — Grado.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA
Una forma oportuna de recorrer esta ruta es en automóvil, por discurrir toda ella por carreteras asfaltadas. Otra manera alternativa de realizarla puede ser en bicicleta. En este caso, recomendamos trasladarse hasta El Fresno en automóvil, transportando en éste la bicicleta; de esta forma evitaremos la ascensión por la carretera nacional e iniciaremos la excursión por un trazado cómodo y seguro.
Se puede iniciar esta excursión visitando el Museo Etnográfico, provisionalmente ubicado en La Cardosa, una antigua curtidora
A continuación nos dirigiremos por la carretera N-634 hasta el Alto de la Cabruñana, donde nos desviaremos por una carretera a la izquierda para llegar a El Fresno, lugar de peregrinación tradicional, desde donde proseguimos camino hasta Moutas. Desde esta misma carretera podemos apreciar visualmente una amplia panorámica de la zona norte del concejo con su extensa vega de huertas y praderías de siega.
En Moutas, debajo de un hórreo pegado a la carretera, podemos contemplar un «molín de desergar», máquina utilizada para separar el grano de escanda de la cáscara. Desde este lugar se continúa hasta Las Cruces, en cuya venta se puede degustar pan de escanda solo o relleno de magníficos embutidos.
Nuestra ruta desciende hacia Vigaña, mereciendo la pena desviarse desde aquí a Restiello y Villandás, antaño renombrado por sus artesanos de la piedra. Después, descendemos hacia San Pedro por una carretera paralela al río Vega, con varios molinos hidráulicos e importantes bosques de ribera, desde donde nos dirigimos hacia la villa de Grado, pudiendo visitar de camino en Agüera y Villanueva interesantes edificaciones históricas (palacio del siglo XVIII y torre medieval, respectivamente).